La fotografía no es para mí un trabajo o una profesión donde ganarse la vida. Es una afición, una pasión, como dicen algunos.
He tenido la suerte de nacer y vivir en esta preciosa comunidad del norte de España, llamada Cantabria, donde es tan fácil encontrar algo a lo que apuntar con una cámara de fotos.
Considero que la mayoría de las aficiones, circunstancias y gentes que nos acompañan en nuestra vida, se van diluyendo poco a poco en el olvido, casi sin darnos cuenta. Al final sólo nos quedará un montón de fotografías en unos ficheros o en un álbum. Tesoros que estamos acumulando hoy y que, algunos de ellos, se irán revalorizando con el paso del tiempo.
Llevo muchos años practicando la fotografía, pero ha sido, después de mi incorporación a la Asociación Cultural Fotográfica RINCONES DE CANTABRIA, cuando verdaderamente he notado un considerable avance en mis conocimientos sobre el tema y en los resultados finales de mis proyectos y procesos. Desde aquí mi agradecimiento más sincero para todos y cada uno de sus miembros.